El pasado 2 de abril, asistí a un desgraciado y doloroso "acto", que aún hoy me cuesta asumir.
Casi todos los días vemos casos de violencia de género, que cada vez más disparan las estadísticas.
Muchos son los medios de comunicación que haciéndose eco de la noticia, intentan recoger imágenes o declaraciones de los afectados y que luego nos trasmiten a nosotros.
Ese día no había cámaras, ni siquiera salió una pequeña reseña en el diario local al día siguiente, pues fue un "suicidio", que no aporta nada a esa estadística.
No importa que la persona hubiera sufrido durante muchos años desprecio por parte de un insurrecto, no importa que esa mujer ya hubiera intentado quitarse la poca vida que tenía... ni médicos, ni jueces, ni sociedad hicimos nada para solucionarlo.
No tuvimos suficiente con una, con otra... y a la tercera fue la vencida. Ya no pudo soportarlo más y se fue.
Yo me pregunto dónde recoge la estadística esos casos de los que todos oímos hablar y que, no aparecen en los medios porque son mujeres que no denuncian, no mueren a manos de sus "amados", pero que ahí están.
Esperan que, tal vez mañana, sus maridos cambien la forma de comportarse con ellas, porque los aman, sufren hasta el agotamiento un desprecio que acaba cuando la muerte les llega con la vejez, o incluso, termina en suicidio y que deja impunes a esos "mierdas" de hombres.
¿Es que es necesario que te empujen físicamente, aunque sea con un dedo, para que sea asesinato?, Pues por lo que parece... ¡si te tiras tú, nadie te ha matado!.
Por ello titulo este artículo VÍCTIMA X+1, pues desde el pasado miércoles, día 2 de abril, a todos los casos que haya este año, al menos, debemos contar con uno más, el tuyo.
Este artículo está dedicado a todas esas mujeres que la vida no le ha dado otra opción que la muerte, ya esa por vejez o por elección.
En especial a ti MV. dónde quiera que estés.
